Un libro de terror infantil, que resulta tierno y divertido (y para cualquier edad). Esta primer experiencia con John Connolly fue muy linda!.
El protagonista (el pequeño Samuel) es muy dulce y ocurrente y nos hace reflexionar continuamente. El lenguaje es fluido y muy irónico.. un libro muy recomendable, más aun para los que disfruten de la fantasía y la astronomía, pues estas se mezclan para formar esta historia.